La antigua capital de Puerto Rico de 500 años de antigüedad es un sueño hecho realidad para los historiadores. Los españoles establecieron este puerto como una base del Nuevo Mundo, y esa influencia es evidente hasta estos días, desde las murallas del fuerte que rodean la costa hasta el arco iris de edificios coloniales a lo largo de las angostas calles. Aventúrate a salir de la ciudad antigua y verás un despliegue de naturaleza. Puedes escalar las montañas de la selva El Yunque o hacer un paseo a caballo por la costa del río al pie de las colinas. Si la velocidad que te gusta es "despacito", escoge una playa cristalina y recuéstate en una reposera con una fritura de bacalao y una bebida con ron en las manos. Los cruceros a San Juan te ofrecen la opción ideal para activarte o desactivarte durante tus vacaciones.

Dia en el mar

Los verdes en todos los tonos brotan de las colinas de San Cristóbal: una isla madura con aventuras de paseos ecológicos. En la ciudad portuaria de Basseterre, encontrarás siglos de historia para explorar en impresionantes haciendas y monumentos dignos de mención como la fortaleza de Brimstone Hill, una de las estructuras militares mejor conservadas de América. Toma un crucero a St. Cristóbal y Nieves y aventúrate más allá del puerto y prepárate para una escalada única al volcán Mount Liamuiga, de 1155 metros de altura, que ofrece vistas que bien merecen la caminata. O súbete a un kayak para acercarte a un arcoíris de peces de arrecife tropical. ¿Buscas algo un poco más relajado? Escápate a la pequeña y tranquila isla hermana, Nieves, para disfrutar de playas de arena dorada y bucear con esnórquel en aguas claras, a solo treinta minutos en paseo en ferry.

La más grande de las Islas Vírgenes Británicas, Tórtola, es famosa por sus relucientes playas, laderas cubiertas de hibiscos y adelfas, y pintorescos pueblos a lo largo de ensenadas que se están recuperando después de una temporada de huracanes activos en 2017. Este antiguo hogar de Barbanegra y Capitán Kidd hoy mantiene su picante legado pirata y tradicional fabricación de ron. Y la aventura es constante, ya sea que elijas recorrer la capital internacional de Road Town o alquilar un bote en la capital del mundo de la navegación. Piérdete en las melodías del tambor bamboula cuando tomes un crucero a las Islas Vírgenes. O súbete a un ferry para descubrir las islas vecinas de Virgen Gorda, Anegada o Jost Van Dyke.

Charlotte Amalie es uno de los puertos más bellos del mundo. Las aguas azules llenas de veleros y las colinas verdes salpicadas de pequeñas cabañas pintorescas hacen una postal digna de alardear. Justo en las afueras de la animada ciudad portuaria, encontrarás playas de arenas finas salpicadas de hamacas. Toma un crucero a St. Thomas y explora hitos coloniales como el castillo de Barbanegra o brinda con una pinta de la cerveza rubia local en pintorescas cervecerías artesanales. Y a la hora de alimentarse, encontrarás muchos bares junto a la playa que sirven camarones fritos, yaniqueques y hamburguesas de coco. St. Thomas técnicamente forma parte de los Estados Unidos, pero gracias a sus mercados coloridos, playas vírgenes y el eterno sonido de los tambores metálicos, sentirás que estás en otro mundo.

La antigua capital de Puerto Rico de 500 años de antigüedad es un sueño hecho realidad para los historiadores. Los españoles establecieron este puerto como una base del Nuevo Mundo, y esa influencia es evidente hasta estos días, desde las murallas del fuerte que rodean la costa hasta el arco iris de edificios coloniales a lo largo de las angostas calles. Aventúrate a salir de la ciudad antigua y verás un despliegue de naturaleza. Puedes escalar las montañas de la selva El Yunque o hacer un paseo a caballo por la costa del río al pie de las colinas. Si la velocidad que te gusta es "despacito", escoge una playa cristalina y recuéstate en una reposera con una fritura de bacalao y una bebida con ron en las manos. Los cruceros a San Juan te ofrecen la opción ideal para activarte o desactivarte durante tus vacaciones.